


Te alineas o te arriesgas
*Magistrados, periodistas, gobernadores, legisladores; todos, en la mira de la IV transformación
Miguel A. Rocha Valencia
La renuncia de Janine Otálora Malassis a la presidencia del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, resulta explicable a la luz de la llamada IV Transformación, esa que nadie define pero en la que por lo visto, hay que estar de acuerdo o asumir las consecuencias.
Así lo ven desde los poderes Judicial y Legislativo. Así lo asumen en el Ejecutivo, donde nadie habla, nadie opina porque el dictado es Unívoco desde palacio nacional en las conferencias de prensa del señor López Obrador.
El presidente es el único que sabe, entiende, practica y explica la IV Transformación que cada vez toma mayores visos de autoritarismo.
En ese contexto es que muchos se explican, especialmente los cercanos a la magistrada Otálora, el porqué de su determinación.
Y es que se fue sin mayor explicación luego de las acusaciones de parcialidad que recibiera por dar su voto a favor de la fallecida gobernadora de Puebla, Martha Erika Alonso y su esposo, el senador Rafael Moreno Valle, en un helicopterazo, “accidente” que sin embargo, podría inscribirse en la siembra de odios que se ha dado en las últimas semanas contra todos aquellos que son descalificados por el presidente de la República.
Así sucedió con los magistrados de la Suprema Corte a quienes el pueblo “sabio” intentó agredir luego de las descalificaciones que les endilgara el hijo predilecto de Macuspana.
Así sucede con periodistas a quienes se acusan estar al servicio de la ex mafia en el poder y cuanto personaje se atreve a criticar ya no el fondo sino la implementación de las estrategias del actual gobierno, como ejemplo la batalla contra el robo de combustibles.
Otálora se fue del TEPJF según dicen para permitir la transformación, los cambios, “la transición”, ¿a dónde? nadie lo sabe. Ni sus más cercanos colaboradores. Lo que sí es seguro es que la ex presidenta del Tribunal Electoral, fue objeto de presiones externas y prefirió soltar el cargo a soportar lo que venía.
Porque la modalidad hoy es, si no te alineas a la “transformación”, puedes ser objeto no sólo de ataques en las “benditas” redes sociales, sino de manera directa con descalificaciones, acusaciones de culpas reales o ficticias, al fin que, como decía el peje, “algo se queda”.
Así pasó con magistrados, con periodistas con… los que siguen. Es el sello de la casa.