Programas sociales No generan desarrollo

 *Pemex necesita inversión, algo de lo que se va a dádivas clientelares

Miguel A. Rocha Valencia

Van dos meses de la actual administración y si líder continúa su campaña que supera los 18 años donde el discurso es el mismo, pero las condiciones del país no cambian y tienden a empeorar.

Bueno, con eso de que a culpa de todo lo malo es de la corrupción de los de atrás, se justifica que no haya avance alguno y que las políticas públicas aplicadas aun antes de asumir el poder, en vez de mostrar un avance, se ve retroceso, desorden, crecimiento de la deuda y caída de confianza en el país.

Otra vez, Andrés Manuel López Obrador volvió a las andadas y dijo que el Gobierno federal estaba frenado porque en anteriores administraciones no tenía como propósito atender al pueblo sino facilitar el saqueo, el robo en beneficio de una minoría. Le faltó decir fifí, u otro calificativo.

Pero, otra vez, anunció el reparto de dinero desde luego a fondo perdido, a través de los programas sociales que dijo, no han caminado debido a que “nos ha llevado algún tiempo echar a andar al Gobierno para que se ponga al servicio del pueblo, y estamos avanzando, yo espero que a mitad de este año ya estén funcionando todos los programas, que ya estemos dando todos los beneficios, que van a ser muchos, al pueblo de México”.

López Obrador no habló de inversión, sino de entrega de dinero a las clientelas que lo siguen, llámense como se llamen, en tanto que hay áreas del Gobierno que necesitan recursos para crecer y ser factores de desarrollo del país, como el caso de la industria petrolera, donde no se debe dejar todo a la tan socorrida inversión extranjera.

Aquí, coincidimos con Aristóteles Núñez, ex titular del SAT, cuando refiere que no es con reproches a las calificadoras internacionales como se mejorará la situación de Pemex, sino con inversiones.

En un mensaje dirigido a López Obrador, Núñez le explica: “Las calificadora mide la fortaleza financiera de Pemex para hacer frente a sus obligaciones de pagar deuda contraída. No tienen como tarea detener o sancionar saqueos de Gobiernos o empresas, su función es calificar riesgos”e.

De tal suerte que las calificadoras no pueden considerar solo la variable del combate al Huachicol. Pemex tiene un problema mayor  y es su perspectiva financiera; valoran si encontrarán presiones financieras para enfrentar sus obligaciones.

Por eso, el mayor problema de Pemex es la disminución de la extracción de petróleo, que sigue cayendo. Pero si existiera un plan de inversión, transparente, serio y creíble para incrementar la extracción de petróleo, la calificación podría mejorar, le advierte el economista.

Ojala hiciera caso, pero…

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