David Eduardo Hidalgo Ramírez 

Desde hace más de 5000 años el ser humano ha demostrado que al presionar ciertas zonas en pies y manos, se logra obtener beneficios analgésicos que permiten reducir el dolor hasta en un 40 por ciento. Esta técnica terapéutica es conocida como reflexología, la cual, a través de los años ha demostrado su pertinencia en el tratamiento de dolores de espalda, estreñimiento, gastritis, cálculos renales y dolores menstruales, por mencionar los más comunes. 

En el área de la medicina, a lo largo de la historia de la humanidad, siempre ha existido el empleo de terapias como alternativa para tener el control de la salud en nuestras manos, entre ellas, gracias a la reflexología, hoy conocemos ciertas zonas de nuestros pies y manos, en las que se reflejan afectaciones de distintas partes de nuestro cuerpo y que, al presionarlas, contribuyen en la mejoría de nuestro estado físico, mental y espiritual. 

Esta práctica milenaria es de bajo riesgo y, por los buenos resultados que ofrece, ha sido considerada una terapia complementaria en fisioterapia, ya que no genera efectos secundarios, lo que ha propiciado que su práctica siga en aumento. 

Además, cuando se emplea una técnica adecuada para dar masaje en pies y manos, se favorece la circulación sanguínea, se reduce el estrés, se incentiva la liberación de toxinas, contribuye al equilibrio de nuestros diferentes sistemas, revitaliza nuestra energía, nos permite la prevención de enfermedades y nos permite disfrutar de un gratificante momento de confort. 

En nuestros pies confluyen más de 7 mil terminaciones nerviosas que representan los puntos que corresponden a todos los órganos de nuestro cuerpo. Nuestros pies son el reflejo del estado en el que se encuentra nuestro cuerpo y no le damos el cuidado que merece y pocas veces nos ponemos a pensar de lo importante que son para nuestra salud. Es importante tener en cuenta que en cada pie tenemos 26 huesos, 33 articulaciones, 107 ligamentos y 19 músculos, y que junto con las terminaciones nerviosas y los vasos sanguíneos son una de las partes más complejas de nuestro cuerpo. 

Por ejemplo, en nuestros pies existen por lo menos 5 puntos que al estimularlos nos ayudan a aliviar el dolor de cabeza, uno se encuentra en el nacimiento de la uña del dedo gordo del pie, del lado más cercano al segundo dedo. También se reduce el dolor de cabeza presionando la hendidura que tenemos detrás del hueso redondo de la parte exterior del tobillo. 

Si empleamos algún aceite esencial par frotar la planta de ambos pies antes de irnos a dormir, esto contribuirá a que el centro energético de nuestro cuerpo se relaje del estrés del día, logrando ese estado de confort que nos permitirá disfrutar de un sueño profundo y reparador. 

Es importante observar los cambios que, con el paso del tiempo, se registran en nuestros pies, ya que cuando comienzan a aparecer los callos, juanetes, durezas y dolencias, esto puede ser un aviso del surgimiento de padecimientos en otros órganos. Ten presente que muchos trastornos como la diabetes, artritis o enfermedades cardiacas pueden verse reflejadas en la salud de nuestros pies.