Bernardo López

Existirá una relación entre el coronavirus y los sistemas de pensiones del mundo. Revisemos los datos de los países más afectados, en este caso, Estados Unidos, para que hagamos un cálculo sobre los recursos comprometidos.

Estados Unidos cuenta con 40 millones de adultos mayores, de acuerdo al Consejo Nacional sobre Envejecimiento, de los cuales el 77 por ciento cuenta con algún plan de retiro, además de recursos para poder mantenerse. Para el 2030, se espera que en este país haya 77 millones de personas que cumplirían los 65 años, pues hoy 10 mil por día alcanzan esa edad. De acuerdo al Instituto de Compañías de Inversión, hay 5.9 billones de dólares en activos en planes 401(k) en general, con 3.8 billones de dólares en fondos de inversión.

Si se habla que el 2-3 por ciento de los casos terminarán en fallecimiento, entonces hablamos de millones de personas, pues el pico de la pandemia aún no alcanza su máximo, ya que a nivel mundial se tienen 413 mil 467 casos confirmados y 18 mil 433 defunciones. Otro dato importante es que en Estados Unidos se rebasó la cifra de los 100 mil contagiados. Estos números nos indican que una gran cantidad de adultos mayores se encuentran vulnerables ante el contagio del coronavirus (COVID-19), se verían en la imposibilidad de disfrutar de su pensión.

Lo mismo podría suceder en países como Italia o España, lugares donde se da el mayor impacto, debido a que existe una gran cantidad de personas adultas mayores en sus sociedades.

En México hay más de 10 millones de personas con 60 años, con una esperanza de vida de 78 años para las mujeres y de 73 años para los hombres. Aunque no todos los adultos mayores cuentan con un sistema de pensión o de ahorro para el retiro.

Sin embargo, alrededor de 1 billón de pesos, casi todo lo que se recauda en Impuesto al Valor Agregado (IVA), se utiliza para el pago de pensiones. La cifra es colosal, sin embargo, el coronavirus modificaría el escenario y podría, de igual forma impedir que muchas personas disfruten de su pensión. Hasta el último corte de la Secretaría de Salud, se tienen contabilizados 585 casos y ocho defunciones.

Esperemos que las estrategias para contener el virus sean las adecuadas, porque si no veremos una gran cantidad de fallecimientos. La sociedad y la familia son los principales actores para reducir los daños causados por el COVID-19. Las manos limpias y el mínimo de contacto humanos son la mejor estrategia, aplíquenlas.

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