Aleinad Mina
José Gerardo Murillo Coronado, también conocido como Dr Atl. fue un pintor, escritor y activista mexicano. Su pasión por los volcanes lo llevó a estudiar vulcanología, además fue un erudito que se inclinó por diversas disciplinas: la filosofía, la política, la historia, la geología y la crítica de arte. Nació el 3 de octubre en Guadalajara, Jalisco, ciudad que abandonó muy pronto para dedicarse a sus estudios.
En la actualidad su obra es una referencia en la plástica mexicana, pero sus ideas políticas han suscitado controversia, pues fue simpatizante de Hitler, se declaró antisemita y apoyó al régimen nazi, durante la Segunda Guerra Mundial. El Dr. Atl es un personaje polémico, pues, aunque su legado artístico y sus escritos tienen una gran sensibilidad, sus ideologías lo llevaron a apoyar al Régimen Alemán siendo propagandista del nazismo. ¿Se puede desligar al artista de su obra? ¿La dimensión humana del Dr. Atl y sus acciones políticas no influyen o no deberían influir al apreciar, promover y apoyar sus obras? Vale decir que no se pretende dar una respuesta, sino sólo plantear las discusiones que han girado en torno a la figura del Dr. Atl.
La obra del Dr. Atl se centró, principalmente, en paisajes que recrearon la mimesis con gran influencia fauvista. Aunque sus pinturas se centraron en el tema de los paisajes, y fue precursor y alumno de José María Velazco, no se puede considerar su obra dentro de esta categoría por los trazos y las perspectivas de sus cuadros que se consolidan más cercanos a la vanguardia. Dedicó gran parte de su obra a la representación del Popocatépetl, el Iztaccíhuatl, y capturó en sus lienzos el nacimiento del Paricutín, un volcán que emergió en Quitzoco, Michoacan, el 20 de febrero de 1943. Fue creador de Atl Colours una especie de encáustica, distinta al pastel, a base de pigmentos, cera y resinas y del aeropaisaje, una perspectiva aérea del paisaje qué desarrolló tras haber perdido una pierna.
Con gran sensibilidad artística, en su libro Las sinfonías del Popocatépetl, relata el estado anímico que le provoca el encuentro con las montañas, con sus visiones de altura y de ascenso: “Mis sentimientos panteístas, mi pasión ardiente por las realidades de la vida y por las fantasías del pensamiento realidades maravillosas de un mundo interior y mi optimismo exultante, se han reencontrado en un irresistible amor a las montañas. Nada ha podido destruir ese sentimiento que el tiempo ha desarrollado a través de las miserias, de las riquezas esporádicas, de los frecuentes fracasos, de los placeres, del trabajo y de las vicisitudes de una existencia sacudida por los paroxismos de las luchas sociales, de las revueltas y de las revoluciones”, señaló. En diversos poemas aclara que su actividad política y su pasión por contemplar las montañas, configuran su lenguaje anímico. De ahí que sus demás estudios fueron un complemento para profundizar en sus dos grandes pasiones.
En 1897 obtuvo una beca para estudiar filosofía en la Universidad de Roma, y derecho penal en la Sorbona de París. En su estancia en Europa profundizó en sus técnicas artísticas y asistió a las cátedras de Henri Bergson y de Émile Durkheim, además participó en la exposición del Salón de París en 1900. Regresó a México en 1913 tras el golpe de estado que dio Victoriano Huerta, y colaboró con Venustiano Carranza hasta su asesinato en 1920.
Durante la Segunda Guerra Mundial, Gerardo Murillo publicó, en 1942, el ensayo antisemita Los judíos sobre America, donde sostiene qué hay una superioridad física aria, en particular hacia la fisionomía judía, y las terribles consecuencias de que los judíos se asienten en Estados Unidos y Mexico. Dr Atl. apoyó las ideologías racistas del régimen nazi, se rumora que incluso fue espía, y entregó listas a la embajada alemana de judíos refugiados en México, durante el período de guerra; aunque no hay pruebas suficientes que respalden este hecho. Sólo se declaró simpatizante del fascismo y de las posturas de Adolf Hitler.