Sin libertad, la democracia es despotismo,  

sin democracia la libertad es una quimera. 

Octavio Paz 

José Manuel Rueda Smithers 

De esas veces que uno revisa textos de diarios en otros países para conocer algo sobre el manejo de la actividad cultural, de sus formas, apoyos o simplemente de su difusión, y me encontré con una extraordinaria entrevista publicada en El País el pasado 7 de enero, en la que Laura Fernández, de Barcelona, maneja su charla con el dibujante y exitoso director  Joann Sfar, autor de cómics, ex Charlie Hebdo y creador de la saga del Pequeño Vampir (editorial Fulgencio Pimentel), ahora tan de moda por todo Europa.

Y de inmediato llamó mi atención porque, más allá de hacer cosas maravillosas dedicadas a los niños, la charla se trasladó al tema político, y no dejó pasar la oportunidad de hablar de lo que Estados Unidos vive desde hace unos meses y sobre todo, apenas hace unos días.

“Trump es un monstruo, pero sabe exactamente cómo hablar con su gente. Pasa lo mismo en Francia con los políticos que dicen tener la solución contra todo aquello que te preocupa porque saben quién tiene la culpa”. Y sí, también pasa cada día en México, con un encuentro mañanero con medios que no saben decir que no.

Más allá de ser guionista de cómics, Sfar es conocido como coescritor de los álbumes de la serie La mazmorra y autor en solitario de gran cantidad de cómics y series, entre las que se encuentran El gato del rabino, Klezmer, Profesor Bell y Gran Vampir. También dirigió la película Gainsbourg vida de un héroe (2010) y la adaptación al cine de animación de su cómic El gato del rabino.

Y es contundente cuando afirma que “La democracia no va de votar, va de educar. La educación es lo único que puede hacer que una sociedad avance y se entienda a sí misma. Publicar un libro no es dar una lección, sino sumarse a un debate en marcha”, explica.

Y ahí, cerré los ojos para pensar en mi deseo en este 2021: que los políticos mexicanos leyeran una y otra vez estas frases de un dibujante de comics, para entender lo que significa el verdadero servicio al pueblo que los elige. O sí, retomar y entender a Octavio Paz, en una de sus frases más contundentes (por eso la repito en este texto): Sin libertad, la democracia es despotismo, sin democracia la libertad es una quimera.

Pero la periodista Laura Fernández además logró picar esa parte del grillito político para que Joann Sfar, personaje fuera de serie, argumente que “si los gobiernos apostasen por la cultura como lo hace la gente, volveríamos a amar la idea de Europa”.

Sin importar de qué continente se trate, lo cierto es que la clase política, está demasiado preocupada buscando culpables. Justificaciones aquí y allá.

Y ella “vuelve al asalto al Capitolio cuando dice: A Sfar le gusta crear para niños y adultos, y ahora también para adolescentes —en breve, Fulgencio Pimentel publicará el cómic Aspirina—, pero sabe que cuando crea para los niños debe hacerlo con cuidado: “Cuando eres adulto, lees por placer, pero cuando eres niño lo haces para buscar tu lugar en el mundo”.

No sé si conoce aún lo que la cultura de México vive en este momento, no nada más en lo federal, sino en los estados, que también apuestan al tonto argumento de que, al quitar recursos a la cultura, no pasa nada, no se afecta nada.

Y pongo textual el cómo regresa a explicar que dar a los niños herramientas para construirse con “los trazos con los que dibujo al pequeño vampiro, son muy sencillos porque quiero que los niños me imiten y creen sus propias historias de él. Es importantísimo que se empiecen a contar a sí mismos historias para enfrentarse a sus miedos y descubrir quiénes son”, considera. Y también que todos, como los monstruos que pueblan la mansión en la que vive el pequeño no muerto, el niño que lleva tres siglos teniendo 10 años y quiere ir al colegio para dejar de aburrirse, “somos distintos”. “Uno aprende jugando, y los libros y los cómics son juegos también. Te colocan en el lugar del otro”, agrega el creador que de adolescente inventaba para sus amigos juegos basados en relatos de Lovecraft”, cierro la cita de El País.