Víctor Hugo Islas Suárez

Parece algo “normal” poner la huella digital o el reconocimiento facial para desbloquear el teléfono celular o bien para acceder a algunas aplicaciones instaladas en los mismos, sin embargo, te has puesto a pensar ¿Quién cuida esos datos biométricos? ¿Quién asegura su protección?

Empecemos por entender la importancia de los datos biométricos (no es nada trivial) Los datos biométricos son todas aquellas propiedades físicas, fisiológicas, de comportamiento o rasgo de la personalidad que son atribuibles a una sola persona y que se pueden medir, estos datos nos reconocen como individuos únicos, irrepetibles y son extremadamente difíciles de falsificar, esto hace de ellos un activo de alto valor no solo para nosotros sino también para muchas compañías, gobiernos y obviamente para los delincuentes.

Cuando permites otorgas tu huella digital a tu celular, lo haces de manera “natural” sin pensar ¿en realidad quien guardara esos datos y para que los puede usar?, lo mismo pasa con el reconocimiento facial, es posible que algunos usuarios no deseen que las empresas recopilen datos sobre, por ejemplo, la hora del día y los lugares donde normalmente usan sus teléfonos. Si se divulga tal información, podría ser utilizada por acosadores o, en el caso de las celebridades, por los periodistas de tabloides. Es posible que algunos usuarios no quieran que sus familiares o cónyuges sepan dónde están todo el tiempo.

Además, regímenes gubernamentales represivos o fiscales criminales que sobrepasan los límites, podrían abusar de la información. Poderes extranjeros podrían usar los datos en un intento de influir en la opinión pública. Los publicistas y anunciantes poco éticos podrían hacer lo mismo. El año pasado, se descubrió que una aplicación fitness recopilaba información sobre las ubicaciones de los usuarios y la exponía de una manera que revelaba la ubicación de las bases militares secretas de los EE.UU.

Cualquiera de estas situaciones podría resultar en una vergüenza pública importante para la empresa que recopiló los datos, multas reglamentarias o demandas colectivas. Si los escaneos de ADN se generalizan, dan lugar a una nueva área de problemas de privacidad, como la exposición a condiciones médicas y las relaciones familiares.

La seguridad de los datos de autenticación biométrica es de vital importancia, incluso más que la seguridad de las contraseñas, ya que éstas se pueden cambiar fácilmente si llegan a ser expuestas. Sin embargo, una huella digital o escaneo de la retina es inmutable. La publicación de esta u otra información biométrica podría poner a los usuarios en riesgo permanente y crear una exposición legal significativa para la empresa que pierde los datos o en peor panorama los vende o comparte por los famosos acuerdos entre socios de negocios.

Así pues, si has notado que algunas aplicaciones te piden permiso para entrar a la cámara, micrófono, o dispositivo lector, deberíamos de pensar más de dos veces antes de instalarla o bien revisar las que tenemos actualmente para quitarlas, pero mejor todavía, por si las dudas, hay que leer muy bien todos los contratos que firmamos al aceptar instalar o al permitir el uso de ese tipo de lectores.

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