Víctor Hugo Islas Suárez

Durante muchos siglos los humanos han intentado crear seres autónomos que se le asemejen, maquinas más fuerte y resistentes que los mismos creadores para desempeñar las tareas que se les indiquen, hace miles de años existían especies de oráculos, videntes que presagiaban las cosechas o el clima, los egipcios tenían en uno de sus templos la representación del dios Anubis, sus mandíbulas eran manipuladas por los sacerdotes y entonces se simulaba que la estatua hablaba.

Los griegos en el año 100 AC Herón de Alejandría fue capaz de crear estructuras animadas para el entretenimiento del pueblo, pero en especial de los altos rangos, a el se le atribuye la creación de los autómatas, estos fueron los ancestros de los robots.

En el siglo XIV Al Jazarí escribió el tratado de los autómatas, que detallaba ideas robóticas con siglos de anticipación, creo máquinas para lavar la ropa, transportar agua y sistemas de riego con exclusas las cuales contaban con un complejo sistema que hacia que el movimiento fuera autónomo; En el siglo XVI Leonardo Da Vinci lleno libros con ideas mecánicas para los autómatas, dijo haber creado un león mecánico para el rey Luis XII, en 1580 el Rabbi Judah Loew creo al legendario Golem, Un gólem es una personificación, en el folclore medieval y la mitología judía, un ser animado fabricado a partir de materia inanimada (normalmente barro, arcilla o un material similar) se dice que el Golem sufrió un ataque de ira y tuvo que ser destruido.

Para el siglo XVIII la tecnología de los relojes y cajas musicales estaba avanzada, los científicos tomaron mucha de esta tecnología para continuar con la fabricación de los autómatas, esto dio pie a las primeras maquinas programables, para 1738 Jacques de Vaucanson creo un pato autómata, que podría triturar la comida y mover las alas, Pierre Jaquet-Droz en 1721 creo un autómata capaz de crear dibujos complejos, y lo más increíble es que aun en el año 2020 sigue funcionando.

Mientras tanto en el Japón de los siglos XVIII y XIX los autómatas consiguieron un alto grado de importancia y complejidad. Se les llamaba karakuri, que se podría traducir como “aparatos mecánicos para producir la sorpresa en una persona” y se distinguían tres tipos de figuras: las Butai Karakuri, que se usaban en el teatro, las Zashiki Karakuri, más pequeñas y con las que se jugaba en las habitaciones, y las Dashi Karakuri, que se utilizaban en las festividades religiosas.

1816 marca un hito para la robótica, fue cuando Mary Shelley inspirada por los autómatas suizos escribió Frankenstein o el moderno Prometeo (nombre real de la novela) fue la posiblemente la primera en hablar de un robot, ya que podía caminar, hablar, y de hecho desarrollo sentimientos humanos, esta idea fue la base de los robos hasta los años 40, y también fue el primer alertamiento de la posible inteligencia robótica, creo el miedo a los robots por otra parte y fundo las ideas de muchos científicos y escritores de ciencia ficción, en donde la gran mayoría nos habla de robots que controlaran el mundo, se volverán contra sus creados, así como lo hizo el monstruo que creara Víctor Frankenstein, por cierto, ¿sabe usted el nombre del monstruo?

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