• Aplazan intervenciones quirúrgicas a más 630 mil mexicanos a causa del COVID-19, un promedio de 108 mil al mes
  • En el tercer trimestre se realizaron apenas 36 trasplantes de riñón
  • Más de 30 millones de mexicanos ya padeció SARS-CoV-2, lo que equivale solo al 25% de la población

María Escalante García

Los hospitales están inclinados en atender a los pacientes afectados por el SARS-CoV-2 esto ha provocado que más de 630 mil mexicanos no puedan ser operados, ya que sus intervenciones quirúrgicas tuvieron que ser pospuestas por la pandemia, esto equivale a un promedio de 108 mil al mes.

Problemas para surtir recetas médicas, consultas aplazadas hasta nuevo aviso, cancelación de seguimientos clínicos, desabasto de medicamentos y miedo a acudir a unidades médicas y contagiarse con el Covid-19, son algunas complicaciones que durante la pandemia han enfrentado pacientes de enfermedades crónicas.

En el Hospital General de México Eduardo Liceaga, la reconversión hospitalaria significó informarles a pacientes de otras enfermedades que sus citas se moverían para meses subsecuentes y que únicamente podrían acudir en casos de urgencia para evitar contagios por coronavirus.

El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), en su momento estableció una estrategia para emitir a los pacientes regulares las recetas de tres meses: abril, mayo y junio. De esta forma no tendrían que ir a consulta durante ese periodo.

En el caso de las personas de la tercera edad, la recomendación fue que un familiar acudiera a recoger las recetas, y después cada mes a la farmacia por los medicamentos.

Las Unidades de Medicina Familiar están funcionando así. Solo para emitir alguna receta, corregir alguna, o por si alguien requiere una consulta extraordinaria. Pero la consigna es no acudir.

En los hospitales y clínicas del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) la estrategia fue la misma, dieron recetas resurtibles para que la gente solo fuera por los fármacos. Los servicios de apoyo diagnóstico como los análisis clínicos de laboratorio, los de rayos X e imagen se han mantenido, pero solo para quienes ameritan una valoración urgente.

Anteriormente la Secretaría de Salud respondió que, respecto a los institutos y hospitales de alta especialidad federales, la reactivación dependerá de varios criterios que cada hospital tiene que definir por medio de un plan.

Trasplantes, una angustia 

El gobierno federal recomendó a los hospitales públicos suspender las donaciones y trasplantes de órganos entre marzo y septiembre pasado para evitar contagios, pues la mayoría de los centros de salud fueron destinados a los pacientes de Covid-19.

Aunque algunas entidades han reactivado esas intervenciones a cuentagotas, muchas los mantienen suspendidos, como el Hospital Juárez de Ciudad de México.

Cuando la epidemia irrumpió, Rubén Vázquez, con insuficiencia renal crónica, ya se había realizado casi el medio centenar de exámenes necesarios, algunos de ellos muy dolorosos como uno para obtener imágenes del tracto urinario.

La situación es muy parecida a la de otros pues hasta el segundo trimestre de 2020, el Centro Nacional de Trasplantes (Cenatra) tenía registradas a 23 mil 370 personas en la lista de espera de donación de algún órgano, de los cuales 17 mil 418 aguardaban por un riñón.

En el segundo trimestre de este año solo se realizó un trasplante de riñón, en un hospital privado del estado de Tabasco, frente a 744 en igual periodo de 2019, según Cenatra. En el tercer trimestre se realizaron apenas 36 trasplantes de ese órgano.

“La mayoría de los hospitales se vinieron abajo con la actividad de donación y trasplante. Definitivamente el presupuesto está volcado a atender el tema de Covid”, reconoce el director del Registro Nacional de Trasplantes, José André Madrigal.

La suspensión de los trasplantes fue producto del “miedo” a que se desbordara el sistema de salud por la epidemia, que obligó a adaptar un millar de hospitales, explica el presidente de la Sociedad Mexicana de Trasplantes, Rodrigo López.

Este médico argumenta que las autoridades deberían destinar hospitales a la atención exclusiva de pacientes con necesidad de trasplantes, especialmente los que sufren insuficiencia renal, considerada ya “una catástrofe” en el país antes de la pandemia.

Inmunidad al COVID-19

Desde el inicio en febrero de la pandemia en México, alrededor de 25% de la población es decir 31 millones de mexicanos ya estuvo en contacto con el coronavirus y generó anticuerpos, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT) Covid-19.

El 75% de los mexicanos no tienen inmunidad contra el virus, es un porcentaje altísimo, lo que implica casi 100 millones de personas. Dicha encuesta fue levantada entre agosto y noviembre, y su objetivo fue estimar la proporción de la población que ya tiene anticuerpos contra el virus SARS-CoV-2 en México.

La prevalencia de edad entre personas que tuvieron contacto con el virus es de 20 a 59 años, con el 25%, y de más de 60 años con el 18 por ciento. En cuanto a la escolaridad las personas con secundaria y preparatoria tuvieron prevalencia frente a quienes contaron con estudios superiores de universidad o posgrado, según la encuesta.

Pandemia en aumento

Hasta el cierre de esta edición suman 74,7 millones de personas contagiadas y la cifra de muertos supera los 1,6 millones. México acumula 116 mil 487 defunciones y un millón 289 mil 298 casos.