- De ser aprobada el Estado, a través de la CFE, llevará a cabo el abastecimiento de manera exclusiva
- La energía eléctrica generada por la Comisión es mucho más costosa que la producida por privados
María Escalante García
Andrés Manuel López Obrador envió hace días la iniciativa de reforma constitucional al sector eléctrico, que, de ser aprobada el Estado, a través de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), llevará a cabo el abastecimiento de energía eléctrica de manera exclusiva la cual será más cara. Dicha decisión se dio dado que sus leyes para dar prioridad a las energéticas públicas se encuentran estancadas ante los tribunales debido a amparos de compañías privadas.
Según la exposición de motivos de la iniciativa de reforma constitucional a la Cámara de Diputados, la pérdida económica por la energía no despachada de la CFE, que no es priorizada por resultar más cara que la renovable de privados a la que no se le cobra la transmisión y se le dan incentivos como los certificados de energía limpia, asciende a 45% de la capacidad de la CFE, o sea a 119 mil gigawatts.
En términos económicos, significan 215 mil 400 millones de pesos anuales desde el 2017, además de 222 mil 900 millones por lo que le tiene que comprar a privados dada su obligación del suministro básico del país.
La nueva iniciativa propone un nuevo sistema eléctrico en el cual el Estado recupera la conducción a través de la CFE, que se convierte en organismo responsable de su planeación y control, autónomo en el ejercicio de sus funciones y administración.
Con ello, se cancela la estricta separación legal de la CFE, que se integra como un solo organismo del Estado de forma vertical y horizontal y mantiene a CFE Telecomunicaciones e Internet para Todos, y las filiales CFE Energía y CFE International, para adquisición de gas, además de CFE Capital.
La CFE generará por lo menos 54% del consumo eléctrico nacional de manera permanente. Las actuales inversiones en generación eléctrica legítimas del sector privado podrán participar con 46% del consumo eléctrico nacional, sujetas a planeación y control a través de la CFE.
Este 46% se incorporará mediante un mecanismo de adquisición por parte de la CFE, basado en procedimientos de competencia. La CFE, a través del Cenace, despachará en orden de mérito de costos de producción, sujetándose a requerimientos de seguridad y confiabilidad del Sistema Eléctrico Nacional.
Más cara que privados
La energía eléctrica generada por la CFE es mucho más costosa que la producida por las centrales construidas tras las subastas eléctricas y a través de los Certificados de Energías Limpias (CELs), los dos instrumentos implementados tras la reforma energética de 2013.
Datos de la Comisión Reguladora de Energía (CRE), el regulador del mercado eléctrico, indican que los costos de generación más altos corresponden a las centrales de combustión interna, que funcionan a base de diésel; las termoeléctricas convencionales que utilizan combustóleo y las plantas de ciclo combinado que generan energía con gas natural, respectivamente.
El costo de generación más alto dentro de las centrales que funcionan a base de combustibles fósiles lo tienen las plantas de combustión interna, con un precio de 1,920 pesos por megawatt-hora.
En el otro extremo están las plantas de generación renovable que se construyeron bajo los incentivos de los Certificados de Energías Limpias, un instrumento diseñado para promover la construcción de nueva infraestructura de generación de fuentes no contaminantes, como la geotermia, solar y eólica. El costo de producción de éstas es de 234 pesos por megawatt-hora.
CEL’s podrían desaparecer
La iniciativa presidencial prevé también la desaparición de los Certificados de Energías Limpias para generadores públicos y privados, argumentando que tales certificados se han convertido en un negocio.
Su eliminación se propone en el segundo artículo transitorio de la iniciativa de reforma constitucional, en el que también se prevé la desaparición de la Comisión Reguladora de Energía. La reforma constitucional requiere 333 votos en la Cámara de Diputados, Morena necesita 56 votos más de otros partidos.