La libertad de contratación de los trabajadores es lo que está en juego en la reforma a la normatividad del outsourcing que se integrará a la Ley Federal del Trabajo, que se analizará este miércoles en el Parlamento Abierto del Senado.
Las autoridades laborales, los dirigentes empresariales y los líderes sindicales coinciden en que las compañías de outsourcing deben cumplir con toda la normatividad vigente con seguridad social, con el fin de cumplir con las disposiciones del Instituto Mexicano del Seguro Social y del Infonavit, por ejemplo, además de cumplir con el pago de impuestos.
El tema es que una jugada política que puede derivarse de un cambio no adecuado del sistema de subcontratación, es que disminuya el número de empresas de outsourcing y que ese lugar sea copado por sindicatos que dobleguen a los trabajadores que ahora se contratan por medio de este sistema.
Es decir, el vacío que dejen las empresas de outsourcing sería ocupado por sindicatos que verían en los trabajadores un botín de cuotas forzosas, al exigir que nadie se pueda contratar si no es por su conducto y control. Sería tanto como salir de Guatemala para entrar a Guatepeor.