Y jamás se mostraba tan formidable como después
de pasar días enteros en su sillón, sumido en
sus improvisaciones y en sus libros antiguos.
Sherlock Holmes
Arturo Suárez Ramírez / @arturosuarez
Estimado lector, gracias. La tentación de la censura por parte de la 4T sigue latente, las dudas se han despejado y las advertencias se hacen presentes sobre un régimen que se abandera en las libertades, pero realmente le molestan cuando se ejercen, por ejemplo, la crítica y el periodismo sobre lo público, acerca de sus errores. Así que las alertas deben encenderse porque podemos retroceder a los mejores tiempos del PRI y el de la represión de Gustavo Díaz Ordaz.
López nos repite todos los días que es el presidente más atacado, ha mostrado el beneplácito por el uso de las redes sociales, se dice un demócrata y en pro de la libertad de expresión, nada más que discurso. En la realidad estigmatiza a los comunicadores, cuando ya no tiene discurso o se ve acorralado por las preguntas de verdaderos reporteros, inmediatamente viene el regreso al pasado, dice que todos son “chayoteros”, acusa, sentencia y suelta a sus hordas de “bots” para linchar al que ejerza la crítica todo escudado, según él, en su derecho de réplica.
Eso si cuando las redes sociales de vuelven contra él o algún otro de la 4T, de inmediato viene la queja, incluso ha intentado que las dos empresas más grandes le rindan cuentas, que digan quién paga las pautas, cuánto se cobra. Obviamente las empresas han hecho oídos sordos a esa petición que se parece mucho a la realizada por su amigazo Donald Trump.
Pero la cosa no queda ahí, el rencor le sale por los poros y se ha utilizado a las instituciones para presionar, incluso los dueños de medios de comunicación entendieron que si jugaban en contra de la 4T iban a ir por ellos, por eso se alinearon y despidieron a todos los que fueran incomodos para López y los suyos, así como siempre siguen siendo soldados del presidente y obviamente seguir haciendo negocio.
El caso de la revista Nexos y su inhabilitación, resulta muy sospechoso por la línea editorial y su postura en contra de López Obrador y la 4T, que no es nueva, la han conservado desde que el tabasqueño llegó a la jefatura de Gobierno en el año 2000, se agudizó en la campaña del 2006, 2012 y 2018. La respuesta de López no ha sido de diálogo, sino de acusarlos, de dedicarles mucho tiempo en la mañanera para recordar que siempre han estado en su contra, eso vuelve sospechosa la inhabilitación.
Pero no es el único caso, a la revista Proceso también la acusó de amarillista por presentar las cifras de muertos por la pandemia. A los zalameros del macuspano, les ha molestado que este medio conserve su línea editorial. Por eso el berrinche de John Ackerman, quien era su colaborador y esposo de la secretaria de la Función Pública, de quien han escrito y criticado constantemente por su actuar.
Un nuevo episodio de estas situaciones extrañas, puede ser el que protagoniza la familia Alemán, dueños de Interjet que estaba prácticamente en quiebra y a los que ofreció ayuda el mismo presidente, así fueron rescatados por empresarios salinistas, me cuentan que López fue el que metió la mano. Ahora los Alemán han tomado posesión de Radiopolis, radiodifusora donde transmite su programa Carlos Loret de Mola, quien tiene un enfrentamiento franco con López Obrador.
Así se espera la salida del reportero de esta empresa. Los medios y periodistas mencionados arriba pueden gustarnos o no su periodismo, cada quien tendrá su opinión y calificación, pero resulta peligroso caer en la censura como en los mejores tiempos del PRI, ahora disfrazados de morenos.
Entre Palabras
¿Qué López no está en campaña? Solo hay que ver los spots que se lanzan día y noche.
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Hasta la próxima.