Crece desorden en Pemex

*En vez de enderezar la nave la pueden naufragar

Miguel A, Rocha Valencia

Pareciera que la tarea es golpear a Pemex por todos lados y no recuperar a la empresa. Los signos son evidentes.

Por un lado, ya se supo que la anunciada refinería, aprobada por una consulta ciudadana a lo López Obrador, difícilmente se hará como lo anunciaron y hasta cuestionan su viabilidad; por el otro, se otorgan concesiones de perforación a empresas incumplidas y, se da fast track para que circulen en las carreteras del país 671 bombas rodantes, pipas de doble remolque para transportar hidrocarburos.

Eso además de la descalificación que le propinaron a la deuda de la empresa y subió su monto de endeudamiento.

De entrada, a los personeros de la nueva administración no les queda decir que no sabían cómo estaba Pemex. Todos estaban enterados de su quiebra técnica, sus dificultades para incrementar su plataforma de extracción, que está en 1.7 millones de barriles, no sólo por sobreexplotación sino también porque la corrupción otorgó contratos a empresas que no cumplen.

No obstante lo anterior, los mandamases actuales volvieron a dar contratos a los incumplidos que además de ser nuevos en el negocio, ni siquiera tienen herramientas para hacer la tarea, como los casos de Marinsa y Borr Drilling.

La primera tiene contratos vigentes de la pasada administración y que no puede cumplir porque no tiene barcos ni plataformas. No hay quien se las rente. Y no obstante eso, le dieron otro contrato.

La segunda es una noruega que sólo se dedica a especular con equipamiento, incluyendo plataformas de perforación, pero no hace ¡nada! Bueno sí, dinero.

Luego, contra toda norma de seguridad en carreteras, se compran pipas con capacidad hasta para 47 mil litros de combustible con choferes no acostumbrados a su manejo y a las cuales deberán ponerles escoltas. Ojalá no haya desgracias, aunque los costos de distribución se incrementarán miles de millones de pesos ¿Eso es solución?

Aun  más, se determina que la refinería en Paraíso y Dos Bocas, en Tabasco, costaría más de 14 mil millones de dólares que podrían aumentar conforme avance su construcción, la cual podría tardar hasta 10 años.

Todo este asunto tiene repercusiones y a pesar de que digan que es hipócrita, la calificadora Fitch Ratings, incrementó el riesgo de deuda de Pemex en tres décimas, lo cual representa muchos millones de pesos o dólares.

¿Qué pasa? ¡YA PONGAN ORDEN! Por favor…

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