• Clima, agua, tacos y garnachas nos van a defender. Por incapacidad, subregistro de casos

Miguel A. Rocha Valencia

Es la incapacidad del gobierno federal la que impide tener datos precisos sobre el número de infectados por el COVID-19. Aunque quisieran darnos una cifra, no pueden, simplemente porque no pueden.

Para infectólgos y epidemiólogos (prefieren guardar sus nombres) del sector público, el tema no es que se estén ocultando datos, sino que simplemente hay un subregistro de casos por la incapacidad del sistema de salud para detectarlos.

Es decir, si existe una «cifra negra» derivada de la falta de capacidades para realizar el muestreo, ya sea por poco personal y/o una escasez escandalosa de pruebas. «Lo único que se hace es tomar la temperatura en algunos puestos de control, pero esos termómetros se desajustan fácilmente y son inexactos».

Por esa razón afirman, es que no se conoce con exactitud el número de casos, máxime cuando se mantienen las puertas abiertas a millares de viajeros extranjeros, muchos de los cuáles se están refugiando en México por no tener acceso a otro destino. Entonces, el gobierno oculta datos, simplemente no los tiene.

Para los especialistas, en México va a crecer el problema, no al nivel de países europeos en función del clima (insisten en que este es un factor determinante para la durabilidad del virus porque con calor se fortalecen las defensas y el frío las debilita) y a la propia resistencia de los mexicanos.

¿Por qué los niños de basureros o ciudades perdidas no se enferman? Por la gran cantidad de fortalezas que acumulan precisamente por sus dietas y entorno.

En cambio, un europeo que llega a México y toma agua de la llave o come tacos, se enferma, le da la «venganza de Moctezuma». O sea que hasta nuestro esquema alimenticio nos crea anticuerpos, flora intestinal y demás defensas frente a infecciones.

Le creemos a estos especialistas porque llevan años en el sector manejándose en el área hospitalaria en niveles de mando, pero no políticos, sino de práctica médica.

Es por ello que aquí hay dos verdades: Una, que el gobierno no miente acerca del número de contagiados, simplemente no tiene los datos completos por falta de capacidad para registrar todos los que hay, y dos, eso es lo grave, que no sabemos dónde estamos parados.

Y por el otro, el «detente» de López Obrador, es el clima cálido que es desfavorable a los virus, los tacos, garnachas y hasta el agua contaminada que bebemos.

Empero y aunque para los especialistas no nos vamos a europeizar, la pandemia si nos va a tocar sobre todo por la falta de control en los aeropuertos de entrada al país y la incapacidad del sistema de salud para detectar los casos importados a tiempo y se evite la propagación local, por eso la petición de llamar, porque si todos los sospechosos van a los hospitales, se colapsarán los servicios escasos que hay.

Por lo pronto, ¡A lavarse las manos y no tocarse la cara! que según nos dicen es la mejor defensa, a la par del distanciamiento.

Y por favor hagámonos responsables de nosotros y los demás; si nos sentimos mal, informemos a las autoridades de salud; en ello nos puede ir la vida.

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