- Con López Obrador, el país está en crisis económica y política
Miguel A. Rocha Valencia
Sin duda, 2019 termina en crisis para muchos, aunque unos pocos piensen lo contrario. El cero crecimiento con que cerramos el año, representa que el desarrollo en México, se detuvo, no hay, por más que nos quieran vender una idea contraria con eso de que al margen de lo económico, está la felicidad.
Eso es mentira; sin crecimiento no habrá desarrollo aunque nos vistan con oropel una realidad construida con bambalinas, escenografía armada con escándalos pero que no repercuten en mejora económica. En todo caso el bienestar derivado de la satisfacción de los sentidos, será efímera a la hora de hacer el gasto y sentarse a una mesa casi vacía o carente de lo básico.
El circo no puede durar sin el pan; primero es comer para poder disfrutar el circo. Así lo plantean de básico incluso los populistas.
Pero López desde Palacio Nacional, se dedicó un año a darnos circo, mientras 145 mil personas perdían empleo tan sólo en la industria de la construcción y se reportaba una contracción en otros sectores que tradicionalmente crecían, como el automotriz.
Festejaron ahí, en el oráculo del Zócalo, la escandalera de involucrados en corrupción y se perdonó a los de casa que durante muchos años fueron parte de ese fenómeno, empezando por quien alzó las mano para acusar, justificó y liberó a delincuentes que construyeron sus ínsulas intocables a balazos y asesinatos. Para ellos, no hay castigo sino perdón, o al menos olvido por sus crímenes.
Doble moral sin duda, como la que se aplica entre Manuel Bartlett y Rosario Robles; lo que antes fue subejercicio y era castigado, hoy es ahorro, es aplaudido y se traduce en partida discrecional del presidente. Sólo fueron más de 150 mil millones de pesos, especialmente en el sector salud. Nada mal para andar comprando votos.
Y mientras, la mente reduccionista de quien gobierna y somete a su rebaño, no pasa nada; asegura que vivimos muy felices porque el índice de satisfacción así lo dice, pero ¿Hasta cuándo va a dar esa sensación? No sabemos, pero no puede ser por mucho y menos cuando las encuestas son inducidas como acostumbra la actual administración para legitimar sus acciones. Así lo hizo con el NAIM, Don Bocas y el Tren Maya.
En tanto, la inversión se contrae; no llega el sustituto del gasto público en obras de infraestructura; de los más de mil proyectos, apenas si habrá para menos de 20 y eso, no genera crecimiento y menos aun desarrollo, salvo que piensen que con dádivas improductivas un país pueda sustentarse sólidamente.
La verdad es que el futuro se ve nublado hasta en política internacional. De nada sirve un montón de supuestos honrados si no saben hacer las cosas, aunque hasta en eso se insista en mentir, ya que la mayoría de quienes están ¡Ya estaban! comieron del mismo pesebre que los idos, los corruptos y como se ve, les aprendieron las malas mañas.
De ahí vienen los López, Ebrard, Monreal, Bartlett, Jiménez, Muñoz y muchos más que hoy, ya fueron beatificados por la Cuarta.
Pese a todo, esperemos para 2020, un cambio real, no de escándalos, sino de políticas públicas que mejoren al país, lo hagan crecer y con ello, venga el desarrollo.