- Migrantes se enfrentaron con la Guardia Nacional, a pedradas
Miguel A. Rocha Valencia
Esta vez no comentaremos que, de acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, de nueva cuenta las expectativas de crecimiento económico de México van a la baja y nos dan uno por ciento para 2020, ni tampoco que nuestro país ya no está entre los 10 con mayor inversión extranjera a causa de la desconfianza generada por las erráticas y absurdas políticas públicas del actual régimen, pero si lo haremos sobre la invasión masiva de centroamericanos a territorio nacional.
Los tres elementos se conjugan porque al final, el fondo es económico, pero las escenas que se viralizan en las redes sociales y las proyectadas por las televisoras, nos hablan de un problema que escala en lo social y nos coloca como vilanos ante el concierto inter nacional.
Desde luego, como afirman en diversos países, México o, mejor dicho, el presidente López, es visto como lacayo de Donald Trump, uno de los mandatarios más odiados en la historia de Estados Unidos.
Los guardianes mexicanos destacados para contener el paso masivo de migrantes que cruzaron el río Suchiate corriendo a la altura de Ciudad Hidalgo, Chiapas, no tuvieron capacidad para detener a los hondureños que se enfrentaron a pedradas con los policías.
Superados en número, los policías decidieron defenderse también a pedradas; esto luego que las autoridades mexicanas presionadas por el “imperio”, negaron a los migrantes el libre tránsito por nuestro territorio hacia Estados Unidos.
La verdad es que el tema tiene alcances graves; México aparece como represor frente a un problema que se le quiere evitar a Estados Unidos, contraviniendo la tradición de hospitalidad de nuestro país.
Son miles de centroamericanos que por oleadas pasaron a territorio mexicano; la represión contra ellos se ve en las imagines que dan vuelta al mundo y aunque se hayan replegado, cientos pasan y son perseguidos por la Guardia Nacional y agentes de migración, igual como sucede con nuestros connacionales en el sur de Estados Unidos.
El tema irá para largo, será permanente y Donald Trump habrá cumplido su amenaza de que México pagaría por un muro entre México y Estados Unidos, pero en vez de ser de metal u hormigón, se construye con la Guardia Nacional, pagada con nuestros impuestos.
Las ofertas de trabajo en México no les interesan; se quieren ir a Estados Unidos, pero…
¡Gracias señor Presidente!