*Gobierno rehúye responsabilidad de seguridad a la sociedad y protege delincuentes

Por Miguel A. Rocha Valencia

En su manifiesta ignorancia, como fue en su momento la ineptitud de Enrique Peña Nieto, el actual presidente de la República ¿sabrá diferenciar entre lo neoliberal, progresista o socialista o al menos la connotación de liberal y conservador?

Definitivamente no creo que lo sepa; o se confunde o lo hacen rollo sus asesores como sucede en seguridad o cualquier otra materia donde al no encontrar más argumento sale con “yo tengo otros datos”.

Debiendo ser el personaje más informado, a veces muestra lo contrario por “culpa de sus adversarios”. Es decir, la ignorancia sobre temas tan importantes como economía o seguridad, la oculta con esas expresiones que se volvieron recurrentes en las mañaneras.

Así lo hace en seguridad cuando le preguntan si no le preocupa que crezca y se den brotes de violencia urbana. Simplemente los desestima y afirma que son mentiras generadas por sus enemigos, los de enfrente y que no son sus iguales; aquéllos son todos corruptos y él además de impoluto, se encierra en la realidad que le platican sus cercanos con miedo a perder la chamba.

Para él, la advertencia de que iba a acusar a los anarquistas con sus papás y abuelos, fue suficiente para que no hubiera violencia y aplaudió el cinturón de paz con que Claudia Sheinbaum renunció a su responsabilidad de proteger mediante la fuerza pública a los capitalinos y sus bienes.

Dijeron ambos que no hubo violencia. Lo que vimos en televisión y palpamos presencialmente es que sí existió y que a pesar de tapiar a los edificios y comercios de Cinco de Mayo, los anarcos destruyeron los vidrios del Banco de México y la representación de Nuevo León.

Esta vez no intentaron quemar la puerta Mariana de Palacio Nacional, porque lo blindaron con un cerco de acero. Igual que Bellas Artes y otros edificios públicos en tanto que los particulares pusieron barricadas de madera para defenderse. De todos modos, fueron vandalizados.

Pero, además esta marcha del dos de octubre, no se pareció en tamaño a las de otros años; muchos no acudieron precisamente por el temor a la violencia; esa que se expresó en dos manifestaciones anteriores.

Pero es igual; tenemos un gobierno que a pesar de tener ubicados a los agresores sociales y que de acuerdo al artículo 139 del Código Penal son terroristas, no los detiene, los deja hacer, les advierte que los va a acusar con sus papás o abuelos, o de plano les dice que son emisarios de los conservadores, pero los deja impunes.

Casi lo mismo que con los del crimen organizado a quienes les pide que piensen en sus mamacitas o los repudia diciéndoles fuchi-guácala, pero siguen asesinando y envenenando sin detenerse.

O la impunidad de quienes matan a militares, los desarman y les gritan, los arrinconan y agreden. Más impunidad.

Y eso que todos pensaban que iba a combatir López, lo vemos por todas partes: im pu ni dad. No hay quién la detenga; se abandonó la responsabilidad del Estado de defender a la sociedad porque en la visión de la 4T eso sería represión.

La verdad no sé si sea fifí, chairo, liberal o conservador, pero quisiera orden en el país. Seguridad, un gobierno que cumpla con sus responsabilidades y no se burlen de él ya se por incapacidad o inacción.

No mano dura, sólo aplicar la ley en un país donde se impone el más fuerte, el más agresivo, el más impune.

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